miércoles, 29 de abril de 2015

EL OFICIO DEL ARTISTA

Por los 90´ decidí irme una temporada a New York. La escusa: estudiar inglés y tantear el mundo del arte en esta maravillosa ciudad. Las primeras semanas estuvieron llenas de días de romanticismo donde cada rincón, sobretodo del Soho o Greenwich Village, se convertían en un estudio o un sitio de encuentro de artistas e intelectuales. Manhattan, tenía en aquel entonces más de 2000 galerías que por lo general renovaban sus exposiciones, casi todas colectivas, cada 15 días. Lucía una extraordinaria oportunidad para cualquier artista. Sin embargo, la realidad fue otra.

Estando presente en una exposición colectiva en la que afortunadamente logré participar, pude constatar como  cientos de artistas, venidos de todo el mundo, desfilaban como vendedores ambulantes mostrando sus portafolios, la mayoría de las veces con muy poco éxito.

Hoy en día, esta realidad no ha cambiado, más bien diría que ha empeorado. Las crisis económicas, la escasa importancia que tiene el arte en la cultura contemporánea sobre todo a nivel del gran público, los reducidos programas de ayudas, la aparición de nuevas tecnologías que "copian" y "pegan"; le han puesto muy cuesta arriba la vida a los nuevos artistas.
Hoy en día, la gran mayoría de los artistas deben dedicarse a otras labores para poder sobrevivir, muchas veces con el sabor amargo de quien percibe que lo que ha creado, como no ha logrado trascender, "no vale".

Siempre he admirado a los artistas que como mi padre, el escultor Hugo Daini, confiaron en su trabajo y a pesar de tener que enfrentarse a períodos de estrechez económica, terminaron saliendo a flote y alcanzando el éxito. La fe en si mismo, y no necesariamente el tipo de obra que se realiza y la capacidad comercial que se tienen para venderla, pareciera ser la clave de este oficio.


sábado, 25 de abril de 2015

MI AMIGO UNO

Hace algún tiempo empecé experimentando con la animación y el vídeo. Entre pruebas y dibujos fue surgiendo UNO. Figura humana, muy básica y despojada de detalles superfluos.

UNO es cualquiera de nosotros, con sus emociones y reacciones, con sus actitudes, capaz de ser empático o egoísta, de inspirar ternura o rechazo. UNO puede llegar a ser un espejo de nuestras más intimas intenciones o apetencias.

En los dibujos o animaciones UNO tiene la capacidad de "encarnar" cada una de las infinitas facetas del ser humano. Puede incluso aparecer al tiempo en una misma escena o secuencia asumiendo roles aparentemente contradictorios o complementarios.

En la retrospectiva de pintura "Últimos 20 años" que actualmente la Fundación Araguaney expone en su sala, UNO ha hecho su presencia de nuevo, pero en esta ocasión de manera tridimensional. Mi "amigo" va a la cabeza de un proyecto sobre el Camino de Santiago que ya tenderemos ocasión de hablar sobre ello.  

domingo, 19 de abril de 2015

CRONICA DE UN ROBO TEMIDO

La primera vez que llegué a Santiago me sorprendió ver personas caminando con naturalidad a altas horas de la noche. 

De donde vengo, Caracas, es impensable hacerlo. Siempre de carrera y volteando a todos los lados, con los cristales levantados y seguros puestos, se sale a la calle "encomendado" esperando mantener a raya el "peligro". Este temor a ser una victima de la delincuencia lo hemos interiorizado de tal manera que a pesar de los años que llevo en esta ciudad, para mi es inevitable sentir el acecho de quienes desean aprovecharse de lo ajeno. 

Cuando acepté la oportunidad de exponer en la sala de la Fundación Araguaney en el hotel del mismo nombre, me llamó la atención el acceso libre que tiene, y solté la pregunta de quién tiene una exagerada carga de precaución: 

- ¿No hay peligro de robo en esta sala? -

Extrañados, como seguramente lo estarían la gran mayoría de quienes habitan esta ciudad, me respondieron con mucho cariño que en casi treinta años de actividades nunca había pasado nada y que el hotel disponía de un sistema de cámaras de vídeo.

Pues bien, la misma noche que terminé de instalar la exposición,  alguien se llevó "La Pianista". Tal vez para seguir la "marcha" de la noche, no lo sé aún. Lo cierto es que luego de verificar las grabaciones de las cámaras e identificar a la persona, se procedió a la denuncia de rigor ante las autoridades. 

Las últimas noticias son que la persona se encuentra en libertad en espera del juicio, el cuadro, como consecuencia de una memoria diluida, debido al parecer por el desbordado nivel etílico de aquella noche, se encuentra desaparecido en algún sitio de algún parque. 

Yo, entre las risas incrédulas de amigos y conocidos, el deseo de que aparezca la pintura, y la inquietud de la presencia de un fantasma que pensaba se había quedado atrás en Venezuela.